CICLISMO - La Vuelta regresa a Talavera dos años después

CICLISMO - LXIV VUELTA A ESPAÑA - ETAPA 17

La escapada Anthony Roux llega a buen puerto y el francés consigue la victoria en Talavera

EP/DT

Talavera volvió dos años después a ser sede de la Vuelta Ciclista a España. La misma Avenida Real Fábrica de Sedas que antaño ovacionaba a los corredores a su paso volvió a vitorear a sus ídolos. Algunos portanto el maillot de sus respectivos equipos, caso de Alejandro Valverde, Samuel Sánchez... y otros con ropa de calle como David Arroyo, quien ejerció como comentarista para Televisión Española y que no paró de firmar autógrafos antes durante y después del paso de la Serpiente Multicolor.

En lo que respecta a la etapa parecía que sería otra jornada propicia para los velocistas, cuyo equipos se prestaban para repetir el guión del martes cuando abortaron sin excesivos problemas el intento de Jesús Rosendo (Andalucia Cajasur), pero el galo, valiente y potente, acabó con las opciones del Columbia y el Liquigas.

Estos dos equipos, sobre todo el de Iván Basso, junto con el Milram, fueron los que más trabajaron para echar abajo la fuga del día protagonizada, además de por Roux, por los españoles Markel Irizar (Euskaltel) y Francisco Martínez (Andalucía Cajasur), y los holandeses Martijn Maaskant (Garmin-Slipstream) y Lieuwe Westra (Vacansoleil).

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Al contrario que ayer, cuando el grupo sólo tuvo que pelear contra Rosendo, en esta ocasión se topó con la buena colaboración de los escapados, que mantuvieron a raya al pelotón hasta los kilómetros finales, cuando la irrupción a pleno rendimiento del Liquigas amenazó con acabar con todo y con el Columbia dejándose llevar para jugar la baza nuevamente del alemán André Greipel.
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Restando cinco kilómetros y con el terreno en descenso, el grupo estaba a poco más de medio minuto y los fugados bajaron los brazos salvo Maaskant, que decidió probar fortuna, llevándose consigo a Roux. El francés aún tuvo fuerzas para cambiar el ritmo con fuerza a poco más de 200 metros para el final y con un pelotón a un ritmo vertiginoso que no pudo evitar su triunfo.
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Caída de Mosquera y Gesink
La otra nota de la jornada fueron las caídas en el gran grupo, una de ellas en las que resultaron dañados dos hombres de los importantes: el holandés Robert Gesink (Rabobank) y el español Ezequiel Mosquera (Xacobeo-Galicia). El segundo clasificado en la general se hizo daño en la rodilla y al llegar se marchó al hospital, mientras que el gallego, que ya había sufrido un percance similar en la cuarta etapa por Bélgica, volvió a toparse con el infortunio y las alarmas sonaron cuando sus compañeros le encontraron algo desorientado.
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El susto fue momentáneo, pero de todos modos, el de Teo deberá someterse a un escáner para descartar mayores lesiones, al igual que Gesink. No fue un día tranquilo para el conjunto de Álvaro Pino, que poco después vio como Gonzalo Rabuñal y Serafín Martínez también se caían, aunque sin consecuencias.
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Mañana se disputará la decimoctava etapa de la Vuelta, en la que está previsto que los favoritos vuelvan a estar atentos, tras tres días de ''descanso''. Así, el pelotón saldrá de Talavera de la Reina con destino a Ávila, en un recorrido de 165 kilómetros donde deberán superar el Alto de Mijares, de primera categoría, el de Collado Mediano, de segunda, pero con rampas entre el 10 y el 12 por ciento, y el del Boquerón, de tercera, antes de la siempre empinada llegada a la ciudad amurallada.

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Esa salida desde la Ciudad de la Cerámica tendrá lugar, según la organización, a partir de las 12:55 desde la avenida Real Fábrica de Sedas. Desde ahí recorrerán las calles: Padre Juan de Mariana, Olivares, Portiña del Salvador, San Miguel, Marqués de Mirasol, Almanzor, Capitán Luque, Pio XII, Plaza de España, Capitán Cortés, Juan Carlos I, Francisco Aguirre, para salir hacia la capital abulense por la CM-5100.