FÚTBOL - El Talavera iguala en casa

FÚTBOL - TALAVERA CF - TERCERA DIVISIÓN GRUPO XVIII - JORNADA 28

Empate ante el Villarrobledo con Carrillo de portero

El Talavera se aleja más de los puestos de ascenso tras tropezar en casa (1-1). A falta de 10 minutos Diego Carrillo paró un penalti cometido por Rubén Martín y que supuso su expulsión

A.Á.T

Cuando en un partido el mejor de tu equipo es el portero es para echarse a temblar por lo visto en los noventa minutos de juego, pero si además ese jugador tiene como posición natural la banda derecha eso es ya el acabose. No es que uno se esté refiriendo a Higuita, tampoco a Jorge Campos y menos aun al ex-atlético Molina cuando hizo su debut con la selección española. Tampoco es que uno se esté volviendo loco y ya no distinga entre la realidad y la Play Station pero es que ayer en el Municipal El Prado ocurrió uno de esos hechos paranormales en el fútbol.

Corría el minuto 80 de partido. El Talavera, tras conseguir el empate, estaba volcado en la meta de Álvaro para dar la vuelta al marcador cuando, a raíz de una falta no pitada a Copito, el Villarrobledo armó una peligrosa contra que dejó a Xavi Blas sólo ante Rubén Martín. El cancerbero en su afán por tapar el hueco chocó con el jugador visitante y el colegiado sin dudarlo en ningún instante decretó el penalti y la expulsión del meta talaverano.

La grada, motivada tras el tanto de Bayarri, volvía al ostracismo de costumbre y más al ver que Ángel Luis no podía salir al haber gastado ya el cupo de cambios el equipo blanquiazul. En esos instantes Diego Carrillo tomó con decisión la equipación de su portero y se dirigió a la línea de gol. Once metros mas lejos Mario miraba al nuevo guardameta con confianza de batirle para hacer el 1-2 que pusiera la sentencia pero tras el pitido del colegiado algo fuera de guión ocurrió: Carrillo se lanzaba a la izquierda adivinando las intenciones del delantero y el balón se iba despejado lejos de las dependencias locales.

La grada volvía a rugir de nuevo y al menos se había logrado un empate agridulce. La parte felíz fue la milagrosa detención del extremo local pero la agria volvió a estar en la mala impresión causada durante grandes partes del partido. Al igual que hace dos semanas el comienzo de encuentro ya estuvo marcado por el miedo. Y es que tras una buena internada por banda de Irazoki el balón hizo carambola con uno de los defensas talaveranos y a punto estuvo de producirse el 0-1.

El Villarrobledo había salido más fuerte que su rival y pese a que no inquitaba mucho, sí que daba sensación de peligro cada vez que sus hombres de arriba tomaban la pelota. Tal fue así que a los 25 minutos de juego. Los visitantes sacaban una falta en corto y Benítez aprovechaba la pasividad defensiva para soltar un fuerte disparo que, tras pegar en el poste, se alojó en el marco local.

Otra vez un tanto en contra para los de Talavera y de nuevo tocaba remar en contra. Además la pasividad se estaba empezando de adueñar de unos jugadores que salvo en las internadas de Cabeza y Carrillo por las bandas y los tímidos remates de Borja Lafuerza, no estaba haciendo méritos para igualar el partido. Tampoco es que sus rivales los estuvieran haciendo para ponerse por delante pero al menos eran capaces de tener el balón en sus botas durante más de dos toques seguidos.

Entrada de Copito

Visto este panorama el técnico talaverano buscó ajustar las líneas tras el descanso y además dio entrada al que estaba llamado a ser el fichaje estrella del grupo y que las lesiones han impedido que demuestre su pontencial, Copito. Gracias a este retoque el Talavera añadía un punta a su esquema y el equipo lo agradeció.

En esta segunda mitad fueron los de casa los claros dominadores y además comenzaron a hacer méritos para obtener la igualada. La primera ocasión clara en este tiempo fue para Jorge Cabeza. El madrileño, más integrado al juego desde que es extremo, lanzó una falta colocada al borde del área y la pelota se estrelló en el palo de la meta defendida por Álvaro. El siguiente que rozó la gloria con la punta de los dedos fue Borja Lafuerza, pero su remate de cabeza fue despejado en última instancia por Xabi Blas.

Al final tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió. Tras una buena arrancada por banda de Copito, el balón le fue a para a Borja Lafuerza. Éste, muy habilidoso, la dejó pasar por debajo de sus piernas y allí estaba Bayarri para fusilar en carrera a Álvaro para mandar el balón al fondo de la portería.

A partir de ahí la afición comenzó a creer en su equipo y éstos trataron de agraceder ese apoyo con el 2-1 pero lo que se encontraron fue con el fatídico penalti que les dejó una vez más con una enorme desazón. Pese a que Carrillo lo paró y la remontada todavía era una posibilidad, no fue más que un sueño como otro cualquiera. El Talavera atacó con más corazón que cabeza y al final sacó un agridulce.

Ficha del partido

Talavera CF: Rubén Martín, Jiménez, Álex Fernández, Torralba (Nenu), Mauri (Ferrer), David Gómez (Copito), Bayarri, Iván Piñas, Jorge Cabeza, Diego Carrillo y Borja Lafuerza.

CP Villarrobledo: Álvaro, Juanan (Fabián), Seco, Neira, Cano, Pepelu (Juli Domínguez), Butra, Rubio, Xabi Blas, Benítez (Mario) e Irazoki.

Árbitro: Escudero Marín (Ciudad Real). Asistido en las bandas por Cecerrero Pérez y Muñóz Hervás. Amonestó por parte local a Jiménez, Ferrer, Bayarri y Álex. Por los visitantes vieron la cartulina amarilla Butra, Álvaro, Cano y Rubio. Expulsó a Rubén Martín con roja directa en el minuto 80.

Goles: 0-1 (min.25) Benítez y 1-1 (min. 75) Bayarri.